Un poco de contexto…
Si a suelos húmedos (preferiblemente de prados, pastizales, bosques o sotos) les añadimos días más largos, luminosos y calurosos, tenemos una receta infalible que hace de la primavera una explosión de vida con múltiples formas y colores. De entre todos los elementos que aportan diversidad al paisaje en esta época, sin duda hay que destacar la infinita variedad de flores. Las angiospermas, comúnmente conocidas como plantas con flores, son un grupo extraordinariamente rico: superan ampliamente las 200.000 especies vivientes en la actualidad, lo que supone alrededor del 90% de las plantas terrestres. Una de las familias que contribuye en mayor medida a dicha riqueza es la de las orquídeas (Orchidaceae). Encuadradas dentro del orden Asparagales, se estima que que hoy en día existen unas 25.000 especies de orquídeas en el mundo. Y aunque a la mayoría de nosotros seguramente nos sonará que estas hermosas plantas solo aparecen en zonas tropicales (ciertamente la mayor diversidad de especies se da en esas zonas), las orquídeas aparecen por todo el planeta, con excepción de las zonas polares y los desiertos más áridos. Solo hay que adquirir unos conocimientos mínimos y prestar un poco de atención para descubrirlas paseando por cualquier paraje natural cercano a nuestros pueblos y ciudades.

Dactylorhiza maculata (Autor: Félix Picazo).
¿Dónde y cuándo podemos observarlas? ¿Cómo reconocerlas?
Es justo ahora, amigos de la Ecomandanga, en las fechas que van entre mediados de marzo y finales de abril, la época idónea para salir al campo y disfrutar de la observación de estos hermosos seres vivos. Bien ¿y por qué ahora? Pues porque, en contraste con el grueso de especies de orquídeas tropicales que son trepadoras o epífitas (se desarrollan sobre otro vegetal al que usan como soporte sin parasitarlo nutricionalmente), las orquídeas ibéricas son plantas terrestres de carácter perenne que florecen cada primavera. Nuestras orquídeas mantienen estructuras subterráneas durante la estación desfavorable a partir de las cuales, cada primavera, si se dan las condiciones óptimas, se forma una roseta basal de hojas de la que surge un tallo aéreo que culmina en la inflorescencia. En la península ibérica hay catalogadas unas 120 especies de orquídeas, y aunque muchas de ellas tienen distribuciones restringidas, algunas otras aparecen por amplias zonas de la geografía ibérica. Eso sí, las encontraremos siempre sobre suelos con cierto grado de naturalidad, como prados, pastizales, bosques o sotos, tanto de naturaleza silícea como caliza, que cumplan unos niveles mínimos de humedad, de ahí que sean más abundantes en zonas de montaña. Quizás, la característica más destacable de las orquídeas son sus llamativas, diversas y complejas flores, de ahí su gran interés ornamental (hoy en día se conocen más de 100.000 híbridos y cultivares artificiales). Las flores de las orquídeas, a pesar de la gran variedad existente, son muy fáciles de reconocer. En general, son zigomorfas (con un único plano de simetría), y presentan un órgano llamado labelo que es único y característico de esta familia. El labelo es un pétalo modificado, engrosado, de forma irregular, que se distingue del resto de pétalos y de los sépalos. La principal misión de este órgano es la de atraer a los polinizadores y servir de pista de aterrizaje para los mismos, de ahí que, fruto de esa carrera evolutiva flor-polinizador, la variedad de formas, colores y tamaños de los labelos de las flores de las orquídeas sea casi infinita. De hecho, algunos labelos llegan a imitar la forma de abejas y abejorros, los cuales se encuentran entre sus principales polinizadores (ver foto de Ophrys speculum).

Detalle del labelo de Ophrys speculum (Autor: Félix Picazo).

Detalle de la flor de Ophrys gr. sphegodes (Autor: Félix Picazo).
Más sobre orquídeas…
Siempre es un buen momento para descubrir las maravillas del mundo natural, y ahora es el mejor momento para disfrutar de la variedad y el colorido de las orquídeas silvestres. Desde Ecomandanga os animamos a conocer y disfrutar toda esta belleza natural, y al mismo tiempo os rogamos que seáis totalmente respetuosos con ella. Para quien quiera profundizar en las especies de orquídeas ibéricas, en esta web existe información muy completa sobre la morfología, ecología y distribución de las mismas. Obsérvalas, fotografíalas, pero no las cortes, pues su aspecto natural será efímero y acabarán marchitando en muy poco tiempo. Como curiosidad final, añadir que la deliciosa vainilla se obtiene del fruto de una orquídea de hábitos trepadores, Vanilla planifolia, natural de Méjico y Centroamérica.

Ophrys lutea subsp. lutea (Autor: Félix Picazo).
Entrada escrita por Félix Picazo, Tano Gutiérrez y Daniel Bruno