Hoy os traemos un estudio publicado recientemente en la revista Cell Metabolism, que sugiere que adoptar un ayuno de 14-15 horas al día podría ser de gran ayuda en la lucha contra enfermedades como la obesidad, la diabetes y otras de origen genético.
En concreto, los investigadores del Salk Institute (California, USA) han realizado un experimento para determinar si ingerir todas las calorías en una franja de 9-10 horas diarias suponía una mejora de salud respecto a la ingesta de la misma dieta y calorías sin restricción horaria.

Amandine Chaix (izquierda) y Satchin Panda (derecha), dos de los autores del estudio del Salk Institute for Biological Studies (California, USA). Créditos: Amandine Chaix
El estudio: testando los efectos del ayuno intermitente en ratones
El primer paso de este estudio fue confirmar que cuando los ratones de laboratorio tenían acceso a alimentos ricos en grasa durante las 24 horas del día, se volvían obesos y presentaban colesterol alto, hígado graso y diabetes. Sin embargo, cuando esa misma dieta se suministró en un periodo de 9-10 horas, ayunando el resto del día, los ratones adelgazaban, perdían grasa y mejoraban en salud. Inicialmente, este hecho se atribuyó a que este segundo horario estaba mejor sincronizado con los relojes biológicos (de los que os hablamos recientemente en Ecomandanga), y por tanto la mayor parte de calorías se ingerían cuando los genes que controlan la digestión estaban más activos.
«El ayuno intermitente podría ayudarnos a mejorar nuestro estado de salud y superar enfermedades como la obesidad o la diabetes»
Sin embargo, los investigadores querían ir más allá y entender mejor el papel que jugaban los relojes biológicos en las enfermedades metabólicas. Inicialmente, los investigadores comprobaron en ratones con mutaciones que desactivaban los genes que se encargan de que el reloj biológico funcione correctamente, producían que esos ratones sean propensos a diabetes, obesidad, hígado graso y alto colesterol. Este hecho, además, se agrava cuando son expuestos a alimentos ricos en azúcares y grasas.
Por este motivo los investigadores se preguntaron si el ayuno intermitente podría beneficiar a estos ratones con el reloj biológico “alterado” – como ocurre a veces con los humanos que llevamos horarios de locura-. Así, los investigadores aportaron una dieta alta en grasas con la misma cantidad de calorías a dos grupos de ratones con los relojes biológicos alterados a través de estas mutaciones, con la diferencia de que un grupo ingería las calorías repartidas a lo largo del día mientras que el otro tenía acceso a la mismas en un periodo concentrado de solo 9-10 horas diarias. Tal y como esperaban los investigadores, con una misma cantidad de calorías ingeridas, el grupo sin restricción horaria engordó y presentó enfermedades metabólicas, mientras que el grupo que comió en una ventana de 9-10 horas se mantuvo delgado y sano, pese a no tener activo el reloj biológico y ser propensos a desarrollar ciertas enfermedades.
Los resultados, aun con las precauciones que siempre conlleva utilizar modelos animales, podrían generar información muy interesante sobre el modo en que operan estos procesos en personas con el reloj biológico alterado, es decir, con desajustes respeto a los ciclos naturales de luz-oscuridad y de actividad-reposo asociados al estilo de vida actual.

Diseño del estudio: comer en una ventana de 9-10 horas protege a los ratones de enfermedades metabólicas independientemente de si su reloj biológico funciona o no correctamente (Chaix et al., in press; Cell Metabolism)
Este trabajo sugiere que controlar la alimentación con ciclos de ayuno puede mitigar el impacto del desajuste del reloj biológico sobre la salud. Para estos científicos, el papel de los relojes biológicos sería el de indicar al individuo cuándo comer y cuándo estar lejos de la comida de modo que se alcance un equilibrio entre la nutrición y la reparación celular que sucede durante el ayuno. Cuando este reloj biológico se ve alterado, ya sea por defectos genéticos, envejecimiento o hábitos laborales y personales como el trabajo a turnos, el equilibrio entre nutrición y reparación celular se rompe y somos más propensos a enfermedades como la obesidad o diabetes.
Pero las buenas noticias, dicen los científicos, es que una pequeña modificación en nuestro estilo de vida, tan sencilla de aplicar como ingerir las calorías diarias en una ventana de 10 horas puede ayudarnos a restaurar este equilibrio y mejorar nuestro estado de salud general. Por supuesto, esto debe de ir acompañado de una dieta sana, variada y equilibrada (y a ser posible sostenible para el medioambiente).
«Restringir la ingesta calórica a 10 horas diarias y ayunar durante el resto del día puede proporcionarnos un mejor estado de salud, independientemente del funcionamiento de nuestro reloj biológico»
El siguiente plan del equipo de investigación es comprobar si el ayuno nocturno prolongado puede prevenir, o incluso revertir, enfermedades relacionadas con el envejecimiento, e intentar ver como podría aplicarse a humanos. En su web, buscan «valientes» que quieran ofrecerse a participar en sus estudios, para los cuales proporcionan una guía acerca de cómo adoptar un ciclo óptimo de alimentación-ayuno. De esta manera, este equipo de investigadores espera mejorar el conocimiento sobre el modo en que el ayuno interviene en nuestro estado de salud general a partir de datos diarios sobre los hábitos de consumo y salud de miles de personas que se apunten a este programa.
Artículo original
Chaix, A., Lin, T., Le, H. D., Chang, M. W., & Panda, S. (2019). Time-Restricted Feeding Prevents Obesity and Metabolic Syndrome in Mice Lacking a Circadian Clock. Cell metabolism.
Este artículo es una adaptación y traducción al castellano del original publicado en ScienceDaily titulado «Eating in 10-hour window can override disease-causing genetic defects, nurture health: Periods of fasting can protect against obesity and diabetes».
Si os ha resultado interesante este tema y queréis profundizar en el mismo, en el blog Fitness Revolucionario tratan de forma muy pedagógica, y rigurosa al mismo tiempo, éste y otros temas relacionados con nutrición, ejercicio físico y vida sana en general.
Algunos ejemplos sobre ayuno intermitente:
Mitos sobre el ayuno intermitente y mi método favorito.
De cero a ceto: acelera la quema de grasa con ayuno intermitente y dieta cetogénica.
Entrada escrita por Daniel Bruno, Félix Picazo y Tano Gutiérrez