En esta nueva entrada del especial sobre invasiones biológicas, os traemos el resumen de un estudio que muestra cómo la prohibición del comercio de especies silvestres en regiones concretas modifica los riesgos de invasión a escala global, ejemplificado en el caso de los loros.
El estudio, publicado en la revista Conservation Letters, está liderado por Laura Cardador, del University College of London (Reino Unido) y Martina Carrete, de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, y en él también participan científicos de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y otras instituciones europeas.

Laura Cardador (izquierda), investigadora en el University College of London (Reino Unido), y Martina Carrete (derecha), investigadora de la Universidad Pablo Olavide (Sevilla, España).
El comercio de especies como fuente de invasión biológica
Como veíamos en la primera entrada de este especial, el comercio internacional de fauna y flora silvestre supone una gran amenaza para la conservación de la biodiversidad en todo el mundo. Cada año, extraemos de su medio natural millones de ejemplares de animales y plantas, alcanzando algunas de las especies comercializadas niveles de explotación tales que, dicha actividad, junto a otros factores como la alteración del hábitat, pone en grave peligro su supervivencia. Para tratar de evitarlo, se han desarrollado distintas medidas. Entre ellas, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) constituye el mayor acuerdo internacional que regula el comercio de especies. En CITES participan 183 países, y actualmente incluye a más de 35.000 especies bajo diferente grado de protección dependiendo de las amenazas a las que se enfrentan. Además, se han llevado a cabo otras regulaciones, como la prohibición total de comercializar ciertas especies en zonas geográficas determinadas. Si bien estas prohibiciones pueden ser muy valiosas en casos específicos, como cuando el comercio insostenible de algunas especies les supone un riesgo de extinción, su utilización de forma más general está sujeta a debate.
«El comercio internacional de especies es una de las principales vías de entrada de especies invasoras a nivel global»
La prohibición total del comercio puede ser de difícil aplicación e incluso contraproducente. Por ejemplo, esta medida puede promover indirectamente el comercio ilegal de especies o el desarrollo de nuevos mercados para sostener la demanda. Además, puede tener también impactos socioeconómicos negativos sobre las comunidades locales de los países exportadores, donde el comercio de estas especies supone una gran fuente de ingresos.

Cotorra de Kramer (Psittacula krameri), originaria de Asia y África. Foto: Joaquín Guerrero.
Pero el comercio internacional y sus regulaciones no solo tienen consecuencias en las zonas de origen de las especies comercializadas. Hoy en día sabemos que el comercio internacional constituye también una de las principales vías de entrada de especies invasoras a nivel global. A pesar de que la mayor parte de las regulaciones comerciales existentes no tienen como objetivo el control de las invasiones biológicas, su aplicación puede afectar indirectamente el riesgo de invasión a través de los cambios que ocasionan sobre el modo de transporte y las rutas comerciales internacionales.
¿Cómo modifican las prohibiciones regionales el riesgo de invasión a escala global?
Esta es la pregunta que inspiró el artículo científico que hoy os traemos, donde los investigadores evaluaron los efectos indirectos de prohibiciones comerciales regionales sobre los riesgos de invasión de especies exóticas a nivel mundial. El estudio toma como ejemplo el comercio de loros, uno de los grupos de fauna más comercializados como mascota a nivel internacional, que además contiene algunas de las especies con carácter más invasor del mundo. Este estudio se centra en dos medidas que han afectado a su comercio. Por un lado, la Ley de Conservación de Aves Silvestres promulgada por los Estados Unidos en 1992, que prohibió la importación de aves silvestres salvo que éstas fueran obtenidas bajo criterios específicos de sostenibilidad. Y, por otro lado, la prohibición de importar aves silvestres vivas promovida por la Unión Europea en 2005, que se adoptó como una medida transitoria para evitar la propagación de la gripe aviar y otras enfermedades, pero que se tornó permanente a partir de 2007 como medida también relacionada con la conservación y el bienestar animal.
Trasladando el riesgo de invasión de unos países a otros
Los resultados muestran cómo estas prohibiciones modificaron las rutas de comercialización de las especies, mientras que el número total de individuos comercializados no se vio prácticamente afectado. Así, después de 1992, las importaciones en Estados Unidos cayeron y Europa pasó a ser el principal importador de loros silvestres, con incrementos también en México, Sudamérica, los países de la antigua Unión Soviética y el sudeste asiático. La posterior prohibición en Europa ocasionó cambios en el mismo sentido: México pasó a dominar el mercado de estas especies a raíz de la prohibición de 2005. Estos cambios en las rutas comerciales conllevaron también un incremento en los riesgos de invasión a nivel mundial, puesto que en los nuevos destinos se dan las condiciones ambientales adecuadas para que las especies comercializadas puedan proliferar. En consecuencia, la superficie mundial en riesgo ha aumentado con las prohibiciones sucesivas. Además, la redirección del comercio desde países desarrollados, donde existe conocimiento y recursos para combatir las especies invasoras y una gran alerta social, hacia países menos preparados para hacerles frente, agrava la situación al provocar que el riesgo de invasión sea aún mayor en estas áreas. Todo ello subraya la necesidad de incluir las invasiones biológicas como objetivo prioritario en el desarrollo de medidas reguladoras del comercio de fauna y flora silvestres a nivel internacional. Además, los resultados de este estudio sugieren que es necesario prestar mayor atención a las diferencias que pueden existir entre los objetivos regionales de ciertas regulaciones y sus consecuencias globales.

Patrones internacionales de importación de las 12 especies de loros más comercializadas en el periodo 2005-2013 en diferentes áreas geográficas. Las importaciones representan valores acumulativos en todas las regiones y se expresan en millones de individuos vivos comercializados desde sus áreas de origen. Las líneas punteadas indican las prohibiciones comerciales de aves silvestres de 1992 de los Estados Unidos (EUA) y de 2005 en la Unión Europea (UE). Fuente de los datos: CITES (1975-2013).
Artículo completo:
Cardador L, Lattuada M, Strubbe D, Tella JL, Reino L, Figueira R, Carrete M (2017). Regional bans on wild-bird trade modify invasion risks at a global scale. Conservation Letters, 10: 717-725.
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