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Capítulo IV: Regresando desde la Antártida a casa

Diario de a bordo, 26 de marzo de 2024

Tras tres semanas intensas de trabajo, la Expedición Antártica Española regresa a casa. Durante la última semana, el personal científico ha aprovechado para realizar las últimas actividades de campo y para preparar todas las muestras que serán transportadas hasta España en el Hespérides. Son días donde se mezcla la felicidad por el trabajo bien hecho y la cercanía de la vuelta a casa, con la nostalgia de abandonar un lugar único en la Tierra y que cada año cambia más.

Foto de recuerdo con el personal de la Base Antártica Española (BAE) Juan Carlos I involucrado en la 2ª fase de la campaña 2023-2024.

La vuelta a Punta Arenas, complicada por el mal tiempo

La expedición comienza su regreso a Punta Arenas, Chile, el día 22 de marzo. La idea inicial era viajar en barco hasta la isla Rey Jorge, desde donde viajarían en avión hasta Punta Arenas. Sin embargo, el mal tiempo ha complicado sus planes y han tenido que hacer noche, como buenamente han podido, en el barco. Por suerte el día 23 de marzo consiguieron regresar en avión a Punta Arenas y el día 25 volvieron a Madrid. Nos lo cuentan Rebeca Arias y Asunción de los Ríos (proyecto Rockeaters).

La salida de la Antártida es complicada. Estamos al final del verano austral, y ya se empieza a complicar el tiempo. El Hespérides recogió primero al personal técnico y científico de la base Gabriel de Castilla, y después vino a la isla de Livingston a recoger al personal de la base Juan Carlos I. Para llegar al Hespérides tuvimos que ir en zodiac y ese día el mar estaba muy revuelto. ¡Es la primera vez que botábamos tanto en la zodiac! Así que, como te podrás imaginar, la subida al Hespérides por la escalera fue complicada y te tienes que fiar totalmente de lo que te dice el personal de la Armada. Por suerte no se cayó nadie. En campañas anteriores sí que se llegó a caer gente.

Una vez en el barco, recorrimos un trayecto de 8 horas hasta la Isla Rey Jorge, que es desde donde salen los aviones para Punta Arenas. Sin embargo, la salida del avión no fue sencilla. La pista del aeropuerto de la Isla Rey Jorge es de tierra (ripio) y no se puede limpiar con quitanieves. Por lo tanto, el aterrizaje y despegue de aviones está totalmente supeditado a que haya una meteorología perfecta que asegure la ausencia de hielo en la pista. Sin embargo, la noche antes de que llegáramos, bajaron las temperaturas, cayó una buena nevada y la pista se heló. Al principio retrasaron la salida un poco, para posteriormente decirnos que por ahora se suspendía el vuelo. Así que nos tocó volver a hacer noche en el Hespérides.

Hubo un poco de caos porque estábamos ya ansiosos por volver a casa. El personal de la Armada mostró cierta preocupación porque no se sabía si al día siguiente el avión podría salir. La alternativa por mar era muy complicada, pues las previsiones en el Mar de Hoces daban un temporal terrible con olas de hasta 15 metros de altura, que impedirían el viaje a bordo del Hespérides con tanta gente a bordo. Se plantearon varias opciones alternativas que retrasarían el viaje y hubo momentos de bastante preocupación. Pasamos una noche más en la Isla Rey Jorge, donde nos acogió la expedición chilena, que nos proporcionó un hangar y nos dio bebida y comida.

Finalmente, y por suerte, hubo una ventana de buen tiempo y el avión salió. Todavía había miedo por si el avión podría aterrizar o no, pero finalmente todo salió bien. Cuando apareció el avión y aterrizó todos gritamos como locos. El viaje fue muy divertido. Había muy buen ambiente. Ya en Punta Arenas, cenamos y disfrutamos de nuestra última noche juntos, para celebrar el final de la expedición.  También nos acompañó el personal de la base búlgara. Pero pensad que ha habido una parte de la expedición que sí que tuvo que cruzar el Mar de Hoces en el Hespérides, ya que el buque tuvo que regresar a las bases a recoger al resto de personal que quedaba allí para cerrarlas hasta el próximo año. Según parece, el viaje ha sido bastante malo, con la mayoría de la tripulación tumbada y mareada.

AEMET: observación y predicción meteorológica al servicio de la Expedición Antártica

Aprovechamos también, para hablar con Javier Sánchez (técnico) y Braulio Aguilar (predictor) que forman parte del equipo AEMET en la segunda fase de la Campaña Antártica 2023-24.

Javier y Braulio nos cuentan que AEMET, bajo convenio con el Ministerio de Ciencia e Innovación, y en coordinación con el Comité Polar Español, es la responsable de asumir, planificar y ejecutar actividades meteorológicas y de apoyar la investigación que se lleva a cabo en las bases y flota oceanográfica españolas en la Antártida.

Javier Sánchez (técnico) y Braulio Aguilar (predictor), representantes de AEMET en la Expedición Antártica Española.

La participación de AEMET en las campañas antárticas tiene como propósito contribuir a la seguridad del personal de la expedición española, tanto en las bases, como en los  buques oceanográficos. Además, AEMET genera y mantiene series climatológicas de calidad y contribuye a optimizar las actividades asociadas a los diferentes proyectos científicos.

Para ello, AEMET presta apoyo meteorológico en dos vertientes, observación y predicción. Las observaciones que AEMET obtiene en la Antártida son públicas y se difunden a nivel internacional en su web. Estas tareas llevan asociadas la labor de mantenimiento de las estaciones meteorológicas automáticas de Isla Livingston (BAE Juan Carlos I, glaciar Hurd, pico Sofía y península de Byers), Isla Decepción (BAE Gabriel de Castilla) y del buque BIO Hespérides.

La actividades de predicción consisten básicamente en la elaboración y difusión de los Boletines de Predicción a varios días vista para las dos bases españolas y para el buque oceanográfico. Esto es vital para la búsqueda de ventanas temporales para el cruce del mar de Hoces y para el desarrollo de las actividades de campo.

Una de las contribuciones clave de AEMET es el briefing diario, donde informan al personal técnico y científico de la base sobre las condiciones meteorológicas del día. En esa reunión, se planifican todas las actividades del día siguiente, siempre con los objetivos de garantizar la máxima seguridad para las personas y bienes de la base y el de la optimización de dichas actividades.

Braulio informando sobre la predicción meteorológica durante el briefing diario.

Como novedad de este año, este briefing también se proporciona a diario por videollamada a la Base Gabriel de Castilla, gracias al apoyo técnico de la Unidad Tecnología Marina (UTM), perteneciente al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) como encargada de la gestión de la BAE Juan Carlos I.

Texto transcrito por Tano Gutiérrez Cánovas y editado por Dani Bruno y Félix Picazo.